martes, 9 de diciembre de 2008

9 Diciembre

Estamos ya en diciembre. Yo casi sin darme cuenta. ¿Tú?... igual, seguro. Tengo ganas de escribir canciones. De escribir y sentir. De rozarme con la gente entre la gente y oler. Tengo ganas de llorar pero no sola. Gente amiga que comparte, gente nueva con gente de siempre. Tengo ganas de salir a la calle sin prisa por volver, de encuentros, de conversaciones, de miradas, canciones. De escribir canciones como escalones que me llevan a la torre mas alta de mis emociones, que se mueven según les viene el viento: flexibles como un junco y firmes como el bambú. Estamos ya en diciembre y aún no sé que pedir para el año próximo. Estoy empezando a querer conocerme de verdad y solo quiero tiempo. Tiempo, que me de tiempo a conocerme, no solo a saber lo que no quiero, sino a saber lo que quiero de verdad. Todos los caminos que se me abren serán siempre los mismos, muchos, demasiados. Pero si sé exactamente por dónde quiero ir seguro que se concentran mis energías y no se abrirán tantas puertas como siempre. Se que soy un caos que signfica desorden, explosión, fuente que mana sin parar, sin orden, sin control. Pero también se que hay cierta armonía en todo lo que hago que consigue que el caos sin saber ni como ni porqué, se focalice y de frutos. Quiero disfrutar al máximo de todo lo que hago y no tener proyectos a largo ni medio plazo. Ya sé que eso en los tiempos que corren es muy complicado, lo sé, lo vivo. Pero tampoco puedo ir contra mí. Y la verdad es que me gusta improvisar, me emociono cuando tengo algo nuevo entre manos. Y no necesito hacer las cosas perfectas, ni siquiera bien. Disfruto mucho más de lo que surge de forma espontánea que de lo perfecto perfectamente organizado. Los que están cerca mío lo saben perfectamente. Quiero no sentirme culpable por ser como soy,por cambiar de idea, por pensar mucho las cosas y tomar decisiones precipitadas de las que luego cambio en opinión y en todo. Ya voy queriendo cosas...

No hay comentarios: